El resumen del partido bien podría ser el de tantas otras veces, Osasuna se adelanta en el marcador, nos ponemos a defender con uñas y dientes, y con un par de paradas de Andrés los puntos al casillero. Y así fue, pero esta vez hubo un matiz muy diferente porque la fortuna nos sonrió a nosotros, por una vez y sin que sirva de precedente, se nos quedó cara de listos y no cara de tontos.
La alineación sin un delantero específico, la ausencia de dos pilares como Oriol Riera o el Gato Silva y el nerviosismo tras las derrotas ante la Real y el Almería, habían instalado el pesimismo. Sólo la aparición del prometedor José García nos daba un poco de calor a la a sufrida afición rojilla. Lo dicho, el partido prometía ser un truño y una tercera derrota en una noche fría en Pucela podía encender todas las alarmas. (klik egin-ver más)
Nube Roja
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