En noviembre de 2013 comenzaron en Kiev, capital de Ucrania, furiosas protestas contra la decisión del presidente Víctor Yanukovich de posponer la firma del Acuerdo de Asociación y Libre Comercio con la Unión Europa. A los latino-caribeños se nos hace difícil entenderlas pues sabemos bien que para países dependientes como los nuestros el libre comercio conlleva el desmantelamiento de la economía y la soberanía nacionales y un creciente aumento del desempleo, la pobreza, la desigualdad y la espiral de corrupción y violencia. (klik egin-ver más)
Ángel Guerra Cabrera, en La Jornada
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