Este parece el cuento de nunca acabar, pero que a estas alturas está adquiriendo ya tintes dantescos... Llega un momento en que empiezo a preguntarme si no estamos lindando ya la prevaricación e incluso el cohecho.
A pesar de que la evidencia les tendría que rendir a que esto no funciona, se limitan a parchear, y siempre a costa del servicio público. ¿Que obtienen a cambio? Algo tiene que ser, si no no se entiende. Y así está definido el cohecho: regalo ó dadiva a cambio de algún beneficio, supongo que mutuo. (klik egin-ver más)
Sagrario Berrozpe, auxiliar de Enfermería del Complejo Hospitalario (en Diario de Noticias)
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