miércoles, 24 de junio de 2015

MUCHA BANDERA, POCO DISCURSO

Desconozco cuál era la intención real de la puesta en escena de Pedro Sánchez como candidato del PSOE delante de una gran bandera española con el escudo de la Monarquía y acompañado únicamente de su mujer, Begoña Gómez. Dicen que sus asesores pretendían situar a Sánchez como imagen centrada, moderada y patriota frente al extremismo que atribuyen a PP y Podemos e IU. También que se buscaba recuperar la imagen habitual de las campañas electorales de los candidatos de EEUU, siempre acompañados de bandera y esposa. Puede ser. Incluso que la sobreactuación de Sánchez fuera también premeditada, porque nadie habla ni debate sobre lo que dijo Sánchez en la presentación de su alternativa al PP de Rajoy. Posiblemente porque no dijo nada y el objetivo real y único de la escenificación con la bandera fuera intentar ocultar esa ausencia de discurso. 
Joseba Santamaría, en Diario de Noticias

1 comentario:

  1. A mí me parece toda una declaración de honestidad: El PSOE se quita la careta y se muestra como lo que es, nazionalcatólico, con pretensiones de pasar por la derecha al propio PP en estos asuntos de “nacionalismos” a falta de otra cosa que ofrecer. Por fin han dejado de esconderse y se presenta como lo que son y por tanto no hay que horrorizarse, más bien todo lo contrario, congratularse.
    Pero se equivoca Sánchez: esa bandera y esa idea de España NO UNE y JAMAS UNIO, sólo SOMETE a una mayoría demografía -que no democrática- al resto. Es una bandera y unos colores que niegan lo evidente: la existencia de los vascos y catalanes… No se puede ser demócrata y ser anti vasco y anti catalán, aunque si se puede ser contrario a la independencia vasca y catalana mientras el “NO” se consiga en las urnas. En fin, en estos temas tabú hace falta un Zerolo en el PSOE para a ver si así espabilan y salen de las cavernas en donde tan agustito están guardando las esencias nazionalcatólicas.
    El PSOE, como no podía ser de otra forma, mira por él y no por la patria que dice querer representar. Sabe que ni vascos ni catalanes admiten esa "unidad" ni tampoco millones de españoles (la nueva izquierda como PODEMOS, EQUO, etc etc) pues estamos en otros tiempos para otras banderas y unidades. Pero el PSOE obvia lo evidente porque lo importante son los votos que luego se trasforman en puestos de poder, y no el solucionar definitivamente eso que en 1924 ya escribiera Ortega y Gasset: la España invertebrada. ¿Para qué vertebrarla? Es mejor ganar elecciones que luego no resuelven nada pero ayuda a manejar dineros: objetivo primario.
    La banderazo es el resultado de la incapacidad del PSOE de mantener la mentira de su izquierdismo y socialismo, pretendiendo ahora ser el líder de lo que siempre fue pero en la oscuridad: de la españa-una-grande-y-libre, del atado-y-bien-atado, del nacional-catolicismo....
    Por otro lado, llamar “centralidad” a los adictos a la rojigualda es más una especie de intención subliminar que otra cosa: el centro nunca ha sido la moderación democrática, sino la moderación fascista, que no es lo mismo.

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