El referéndum celebrado el pasado 2 de octubre en Hungría, sobre si el país debía aceptar o no las cuotas de refugiados acordadas por el Consejo de la Unión Europea, contó finalmente con una participación menor de la esperada, un 43,4 % del cuerpo electoral. Apenas un 40% del electorado emitió un voto válido, a pesar de la campaña institucional xenófoba de los últimos meses, por lo que no se superaba el 50% requerido para que la consulta fuera legalmente válida. Eso sí, la inmensa mayoría de quienes votaron lo hicieron a favor del rechazo a la acogida de refugiados, más o menos el equivalente a la suma de quienes votaron por Fidesz y Jobbik en las últimas elecciones. Si en cierto modo puede considerarse un fracaso político del promotor de la consulta, el primer ministro Viktor Orbán, se trataría en todo caso de un fracaso relativo. (klik egin-ver más)
Samuel Pulido, en Diagonal
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