Entre 1957 y 1974, cientos de portugueses murieron ahogados tratando de cruzar el río Bidasoa, frontera natural entre España y Francia. Estos migrantes huían del régimen dictatorial de Salazar y de la guerra de descolonización que Portugal acometía en África. Aquellos hombres y mujeres salieron de su país de forma clandestina y se jugaron la vida para convertirse en mano de obra barata y explotada en Francia. Entre medias, su dinero sirvió para que una red de pasadores que hubo en Irun y Hendaya se enriqueciera a su costa. (klik egin-ver más)
Ana Galdós Monfort (en unpuerto.com)
Artículo riguroso. Efectivamente, murieron muchos y muchos fueron estafados, engañados creyendo que habían cruzado un puente fronterizo cuando en realidad estaban en territorio español. Pero alguien le debería advertir a la autora de su error de contraponer la "orilla vasca" (Irún, con la "francesa" (Hendaya. Porque tan vasca es Hendaya como Irún. Un desliz impropio de una periodista.
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