domingo, 18 de febrero de 2018

UN IRLANDÉS FORMARÁ SOBRE VÍCTIMAS EN EL PARLAMENTO NAVARRO

La víctima del IRA Alan McBride acude este jueves al Parlamento navarro para explicar cómo han trabajado el dolor de las víctimas del conflicto norirlandés. El experto ofrecerá de una charla en la sala polivalente en la que se explica cómo se ha trabajado con el dolor en el Wave Trauma Centre, a iniciativa del Foro Social.
McBride es un miembro de la comunidad unionista o protestante de Irlanda que perdió a su suegro y a su esposa en un ataque con bomba del IRA en 1993. A consecuencia de ello, tuvo que hacerse cargo de su hija a muy temprana edad.
El Wave Trauma Centre constituye un grupo de apoyo a las víctimas del conflicto (o por motivación política)con casi 30 años de experiencia. En los últimos tiempos se han especializado, precisamente, en ayudar a los niños y adolecentes heridos o traumatizados durante la etapa en la que el conflicto seguía activo. Asimismo, McBride también ha participado de otra iniciativa paralela, denominada Curar Mediante el Recuerdo.
La iniciativa se encuentra ahora preparando la quinta edición del Foro en octubre, que llevará por lema: «Derecho a conocer la verdad: mecanismos de reconocimiento y reparación para las víctimas».
El trabajo de este grupo en Nafarroa sobre el caso de las víctimas se lleva realizando desde 2016. El año pasado, celebraron una conferencia sobre mujeres torturadas. En cuanto al objetivo de la iniciativa, desde el Foro Social se apela a la necesidad de que la atención a las víctimas se realice «fuera de las trincheras, para así permitir alimentar el carril central de la necesaria reconciliación».
GARA

4 comentarios:

  1. En esto de las víctimas y los conflictos armados no podemos perdernos en sensiblerías engañosas ni en discursos ambiguos que no conducen a nada bueno. El condenar todo y elevar a la víctima a categoría de verdad única y absoluta nos lleva a equiparar justicia e injusticia. La JUSTICIA con mayúsculas es la clave de la paz y la no violencia y su falta o menoscabo causa de violencia. Podremos predicar que la lucha contra las injusticias hay que llevarla por caminos pacíficos: completamente de acuerdo…. Pero nunca podemos deslegitimar a quienes siendo víctimas de una injusticia o luchando contra ellas deciden recurrir a la violencia porque la justicia existente esta en el bando de sus verdugos: las causas justas no dejan de serlo por usar la violencia como el sistema nos dice y como los falsos pacifistas ratifican, de la misma forma que las causas injustas sin violencia no pasan a ser justa por su no violencia ….. Al contrario, es ahí donde más debemos demostrar nuestra lucha pacífica y donde más debemos ponerla en práctica de manera didáctica para enseñar mediante los hechos a quienes han recurrido a las armas a que las dejen. Pero lo habitual –hablo del caso vasco- ha sido exigir formas de lucha pacífica a quienes utilizaban violentas sin demostrar, quienes exigían tal cosa, un compromiso con la lucha desarmada real y verificable, es decir, que quienes exigieron a ETA poner fin a las armas, jamás se exigieron asimismos liderar la lucha desarmada para combatir la injusticia que provocó el conflicto armado. De hecho todas las injusticias y violencias practicadas por el Estado en esa gran mentira llamada “lucha anti terrorista” así como fuera de ella, siguen impunes porque quienes predicaban la paz y la no violencia, sólo –y a los hechos me remito- pretendían que ETA no matará y no que el Estado tampoco lo hiciera y que además fuera juzgado por la violencia ejercida. Desarmada ETA, la gran mayoría de los “pacifistas” se han olvidado de seguir la lucha desarmada y arriesgada –porque esa lucha en este Estado español es todo un riesgo- para poner ante la justicia los crímenes del Estado y resarcir a sus víctimas.

    Catalunya, además de ser una prueba real y actual ante los ojos de los que sólo han conocido de oídas el conflicto vasco por edad u otras razones, nos ayuda a comprender mejor lo que ha pasado aquí y que la sangre derramada –sobre todo de un lado, el de las victimísimas- hace distorsionar y hacen porque distorsione la realidad del conflicto. Catalunya es la prueba de que los conflictos políticos que nacen de injusticias políticas y que se pretenden defender de forma pacífica son tratados por el Estado español de igual forma que los conflictos políticos armados. Esto nos debería conducir a reconocer que la lucha armada –nacida en un momento donde el Estado era puro terrorismo- no fue ni un error ni innecesaria, ni tampoco un acierto ni necesaria: fue el camino elegido por unos ante quienes rechazan cualquier forma de reivindicación y solución democrática de los conflictos políticos…. Muchos dirán que la lucha armada no ha conseguido nada salvo dolor. Los mismos que no se preguntan ni ven o quieren ver que su lucha desarmada –el pacifismo- no ha conseguido poner ante la justicia los terrores del Estado, vaciar las cunetas y reconocer a las víctimas del terror del Estado que siguen en otras cunetas también de impunidad…. Así pues nadie que ha luchado, pacífica o militarmente, contra este nuestro Estado español ha conseguido nada y esto es lo que nos debería provocar desazón y pavor y no las luchas realizadas con todas sus virtudes y todas sus atrocidades.

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  3. En esto de las víctimas y los conflictos armados no podemos perdernos en sensiblerías engañosas ni en discursos ambiguos que no conducen a nada bueno. El condenar todo y elevar a la víctima a categoría de verdad única y absoluta nos lleva a equiparar justicia e injusticia. La JUSTICIA con mayúsculas es la clave de la paz y la no violencia y su falta o menoscabo causa de violencia. Podremos predicar que la lucha contra las injusticias hay que llevarlas por caminos pacíficos: completamente de acuerdo…. Pero nunca podemos deslegitimar a quienes siendo víctimas de una injusticia o luchando contra ellas deciden recurrir a la violencia: las causas justas no dejan de serlo por usar la violencia como el sistema nos dice y como los falsos pacifistas ratifican, de la misma forma que las causas injustas sin violencia no pasan a ser justa por su no violencia ….. Al contrario, es ahí donde más debemos demostrar nuestra lucha pacífica y donde más debemos ponerla en práctica de manera didáctica para enseñar mediante los hechos a quienes han recurrido a las armas a que las dejen. Pero lo habitual –hablo del caso vasco- ha sido exigir formas de lucha pacífica a quienes utilizaban violentas sin demostrar, quienes exigían tal cosa, un compromiso con la lucha desarmada real y verificable, es decir, que quienes exigieron a ETA poner fin a las armas, jamás se exigieron asimismos liderar la lucha desarmada para combatir la injusticia que provocó el conflicto armado. De hecho todas las injusticias y violencias practicadas por el Estado en esa gran mentira llamada “lucha anti terrorista” así como fuera de ella, siguen impunes porque quienes predicaban la paz y la no violencia, sólo –y a los hechos me remito- pretendían que ETA no matará y no que el Estado tampoco lo hiciera y que además fuera juzgado por las violencia ejercida. Desarmada ETA, la gran mayoría de los “pacifistas” se han olvidado de seguir la lucha desarmada y arriesgada –porque esa lucha en este Estado español es todo un riesgo- para poner ante la justicia los crímenes del Estado.
    Catalunya, además de ser una prueba real y actual ante los ojos de los que sólo han conocido de oídas el conflicto vasco por edad u otras razones, nos ayuda a comprender mejor lo que ha pasado aquí y que la sangre derramada –sobre todo de un lado, la de las victimísimas- hace distorsionar y hacen porque distorsione la realidad del conflicto. Catalunya es la prueba de que los conflictos políticos que nacen de injusticias políticas y que se pretenden defender de forma pacífica son tratados por el Estado español de igual forma que los conflictos políticos armados. Esto nos debería conducir a reconocer que la lucha armada –nacida en un momento donde el Estado era puro terrorismo- no fue ni un error ni innecesaria, ni tampoco un acierto ni necesaria: fue el camino elegido por unos ante quienes rechazan cualquier forma de reivindicación y solución democrática de los conflictos políticos…. Muchos dirán que la lucha armada no ha conseguido nada salvo dolor. Los mismos que no se preguntan ni ven o quieren ver que la lucha desarmada –el pacifismo- no ha conseguido poner ante la justicia los terrores del Estado, vaciar las cunetas y reconocer a las víctimas del terror del Estado que siguen en otras cuentas también de impunidad….Así pues nadie que ha luchado contra este nuestro Estado español ha conseguido nada y esto es lo que nos debería provocar desazón y pavor y no las luchas realizadas con todas sus hazañas y todos sus errores

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  4. El Estado no ha dudado en usar el terror y la violencia de todo su Poder Coercitivo (y amparado por un Poder Mediático incontestables, manipulador y propagandista) para reprimir a la ciudadanía pacífica catalana dejando miles de víctimas que han padecido violencia en sus carnes. Pero también miles –millones- de víctimas políticas que han sido cercenadas en sus derechos políticos así como ciudadanos que han acabado en prisión e inmersos en imputaciones que deberán presentarse ante una justicia parcial y poco garantista. Ante tal situación de las cosas: ¿Es ilegitimo recurrir a la violencia de defensa propia? ¿Son víctimas quienes sufran la violencia de defensa propia porque usan la violencia y el terror del Estado? ¿Son inocentes, pacíficos y llegado el caso víctimas los ciudadanos que aplauden el 155 y todo lo que el Estado haga con los ciudadanos catalanes que pretenden ejercer como demócratas y por caminos políticos? ¿Los políticos, policías, fiscales, jueces….. y ciudadanos que se amparan en el 155 acaso no son violentos y recurren a la violencia contra otros ciudadanos?. Hacemos mal en escudarnos detrás de palabras como “la ley” para justificar la violencia contra los que piensan diferente y que han sometido su pensar a las urnas mientras despotricamos contra quienes desobedecen leyes injustas, incluso de forma violenta, pero que siempre están dispuestos a someterse a las urnas, como lo estuvo ETA: “aceptaremos el resultado de una consulta soberanista sea cual sea”…. Todavía nadie del Estado ha hecho tal acto de democracia y pacifismo, al contrario, defienden la unidad de España tal y como Franco y de la misma forma, o sea, con los métodos del terrorismo nacional católico..

    Tras exponer lo dicho nos debería ser más fácil discernir: si un ciudadano puede ser pacífico y democrático amparándose el 155 para cercenar de cualquier forma los deseos políticos de otros; y si ese otro ciudadano puede ser violento y antidemocrático si decide no dejarse cercenar: ¿quién es la víctima? ¿quién el verdugo? Y sobre todo, ¿quién es el pacifico ejemplar que determina que cuando te someten a injusticia sólo te queda callar, aguantar y reclamar sin salirte de los vericuetos y farragosos caminos que los cercenadores de derechos y gobernantes han ideado para cuando imponen su violencia a los que no piensan como ellos? Pues seguramente será ese “pacifista” que ha puesto el grito en el cielo ante la violencia de ETA, pero que jamás hizo nada ante la violencia –mucha más y mayor- del Estado. ¡Vamos!, como los de gestoporlapaz de toda la vida y similares…

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