jueves, 14 de marzo de 2019

R,I,P, PDeCAT

Si la confesión de Jordi Pujol significó la muerte de Convergència Democràtica de Catalunya, el Consell Nacional del pasado domingo para confeccionar las listas, cara al inminente ciclo electoral, extendió el certificado de defunción del PDeCat como formación destinada a sustituir el espacio postconvergente y que se presentará en todos los comicios con las siglas de Junts per Catalunya. Aunque formalmente la Crida Nacional per la República, el artefacto político diseñado por Carles Puigdemont para someter al PDeCat y ERC, no se presente a las elecciones, quienes figurarán en los puestos de salida de las candidaturas a las generales, municipales y europeas serán los miembros del PDeCat que la apoyaron.
Al modo napoleónico Puigdemont impuso su criterio, se autoproclamó candidato a la lista de Junts per Catalunya para el Parlamento Europeo y realizó una purga a fondo de los sectores posibilistas de la formación. No puede decirse que se trate de un desenlace inesperado. Puigdemont no perdonó que contra su opinión el grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados apoyase la moción de censura de Sánchez contra Rajoy. Así, en el Congreso del PDeCat celebrado en julio pasado, obtuvo la cabeza de la coordinadora Marta Pascal quien había apoyado la moción de censura. No obstante, este Congreso se cerró en falso pues los sectores posibilistas conservaban importantes reductos de poder en diversos espacios institucionales. Ahora, manu militari, se ha consumado el control absoluto de Puigdemont sobre toda la representación institucional del partido.  (klik egin-ver más)
Antonio Santamaría, en El Viejo Topo

No hay comentarios:

Publicar un comentario