viernes, 24 de diciembre de 2021

"RESPECTO A LA ÚLTIMA INUNDACIÓN DEL TRAMO BAJO DEL ARGA"

      Tras la última inundación del río Arga, quiero exponer mi punto de vista del porqué, a pesar de haber sido una de las mayores de las últimas que hemos sufrido, ha contribuido a hacerla más dañina y extensa, anegando zonas que ni la gente mayor edad había conocido.

     No soy experto en estos temas y siempre he confiado en los que más saben y se dedican a la restauración de ríos y obras hidráulicas. Pero el sentido común por parte de los que no somos expertos también cuenta.

     Soy aficionado a pasear en bicicleta de MTB y uno de los recorridos que más frecuento es a través de la mota que, para defensa del río y eliminación de meandros, se levantó a lo largo de Falces, Peralta y Funes entre los años 70-80 del siglo pasado. Normalmente cada vez que había una inundación y, una vez ya podía salir a andar, me iba a ver los destrozos que la fuerza del río ocasionaba a lo largo de los 20 kilómetros de mota. Siempre había dos puntos en la margen izquierda en los que el río saltaba la mota socavando parte de ella, pero sin llegar a la rotura total. La situada en Falces era la que más deteriorada quedaba. De hecho, se cerraba el tráfico de vehículos. Al tiempo se reparaba aportando materia de zahorras de gravas. Cualquier persona podía pensar que estos puntos por donde el río intentaba salir suponía un peligro potencial inminente. Y así ha sido, esta vez la fuerza del río hizo una rotura total. Calculo que el boquete puede tener 10 metros de largo por unos 3 de alto. No quiero imaginarme la potencia que tuvo que producir en caudal y velocidad tal brecha dando paso a un nuevo río repentino, dirigiéndolo hacia la margen izquierda del río con gran fuerza destructiva.  (klik egin-ver más)

Jorge Guinduláin Guerendiáin, en Diario de Noticias

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