domingo, 5 de julio de 2009

LA INDECISIÓN DE GAROÑA

El compromiso del presidente era inequívoco: cerrar las centrales nucleares al final de su vida útil, siempre y cuando se garantizase el suministro. Las condiciones para hacerlo realidad eran inmejorables: Garoña es una planta que va a cumplir los 40 años, superando por tanto la vida útil para la que fue diseñada. La mayoría de centrales con esa edad ya han sido clausuradas, y más allá de la propaganda, la norma es el cierre y no prolongar su funcionamiento. Su aportación al mix eléctrico es modesta, con una producción de 466MW, menos de la mitad que cualquier otra central. Y su cierre podía decidirse en un contexto de bajada del consumo y habiendo anunciado Red Eléctrica el carácter prescindible de su aportación al mix energético. Si en algún momento se podía cumplir con la palabra dada era ahora. (klik egin-ver más)
Joan Herrera, portavoz de Iniciativa per Catalunya (en EL PAÍS)

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