Que la Ley de símbolos fue aprobada por el Parlamento de Navarra con la única finalidad de hacer desaparecer la ikurriña de todos aquellos Ayuntamientos que democráticamente habían optado por hacerla ondear en sus balcones era algo obvio para cualquiera. Que la Ley de símbolos contemple y pretenda hacer corregir simbologías procedentes del régimen anterior es un apaño que pretende dotar de un halo de ‘democracia’ a dicha ley es también algo obvio para todo hijo de vecino.Para cualquiera que conozca nuestra reciente historia, sabrá de los cientos de militantes socialistas que fueron ajusticiados en las cunetas de nuestros pueblos y villas a manos de los antecesores de los que hoy en día de forma muy ‘democrática’ regulan el uso de la ikurriña. Por eso es totalmente incomprensible que un Ayuntamiento como el de Olite/Erriberri, gobernado desde hace 11 años por Carmen Ochoa Canela, alcalde socialista, no haya movido ni un solo dedo para hacer desaparecer de la fachada izquierda del edificio municipal una placa franquista que alude directamente al Generalísimo Franco y una gran cruz con el cristo colgando, símbolo también de quienes acompañaron al Generalísimo en su gran cruzada, que se ríe expresamente de la laicidad de las administraciones públicas.¿A que espera la alcaldesa para hacer cumplir la Ley de Símbolos en Olite/Erriberri?.
(marigoogle.com)
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