
Puede que nuestros políticos no sepan, o no les importe, qué les ha pasado a  los ciudadanos en estos últimos años. Seguramente desconozcan las consecuencias  de la reforma laboral, lo que significa para cinco millones de personas quedarse  sin trabajo. Quizá no sepan que la puesta en marcha del Plan Bolonia está  desmantelando la Universidad Pública. Que la educación concertada sangra los  recursos de la educación pública. Seguro que ignoran que cientos de familias  están devolviendo al banco sus casas y tienen que seguir pagando la deuda que  contrajeron con el banco. No se imaginan siquiera que los hospitales de gestión  privada son más costosos y contribuyen al deterioro de la ya maltrecha sanidad  pública. Probablemente nadie les haya dicho que los ciudadanos no están de  acuerdo con rescatar a la banca privada con dinero público. Es más, seguro que  no se les ha pasado por la cabeza pensar en la nacionalización de la banca. Y  puede que no hayan oído hablar nunca de las listas abiertas, de una ley  electoral proporcional, de rendir cuentas a la ciudadanía, de consultar con el  pueblo sobre las decisiones económicas o sobre si es mejor reducir los gastos  del ejército y destinarlos a la educación, por ejemplo. (klik egin-ver más)
Ángeles Díez (en Rebelión) 
 
 
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