martes, 10 de diciembre de 2013

¿POR QUÉ TODOS HABLAN BIEN DE MANDELA?

De entrada puede producir alguna extrañeza que los mismos gobernantes que cierran las fronteras a los emigrantes o los deportan a golpes o pagan a dictadores para que se deshagan de ellos con discreción en los desiertos, los que mandan drones a bombardear otros países y soldados a invadirlos, los que apoyan dictaduras en las que los extranjeros trabajan en condiciones de esclavitud, los que persiguen y encarcelan a jóvenes por soñar la autodeterminación de sus pueblos, los que promulgan leyes liberticidas, los que apoyaron en otro tiempo el apartheid en Sudáfrica y lo apoyan hoy en Palestina; que los mismos periodistas e intelectuales que piden a gritos la cadena perpetua y hasta la pena de muerte, los que arremeten contra Cuba o contra Venezuela, los que legitiman golpes de Estado en Honduras y criminalizan a Correa o Morales, los que defienden la privatización de los recursos, la educación y la cultura, los que en estos días rendían también homenaje a Kennedy y un poco antes a Thatcher y Reagan, produce sin duda extrañeza -digo- que estos gobernantes y estos periodistas sientan de pronto ese arrebatado fervor por un expreso político que luchó toda su vida contra ellos y lo que representan. (klik egin-ver más)
Santiago Alba Rico, en Cuarto Poder

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