miércoles, 22 de octubre de 2014

FELONES ACUDE A LA LLAMADA DE AUXILIO DE UPN

Poco de sorprendente ha tenido la reacción de UPN, en las expresiones de Barcina, Salvador o Iribas, ante el anuncio de la modificación de la Ley del Vascuence. Con pretextos falaces, como la pretendida falta de demanda en la zona no vascófona, obviando que en la enseñanza, como en tantas otras actividades sociales y económicas, la oferta y la demanda interactúan. Y con argumentos manidos y cada vez más ineficaces destinados a apretar las filas. "Quieren cambiar la realidad social....." El euskera, como "caballo de Troya", ya lo dijo Del Burgo hace muchos años. 

Para intentar amplificar la alarma social, hacía falta algo más. Al fin y al cabo, el establishment navarro es transversal y de más de un color. Así que Román Felones, uno de sus eternos beneficiarios, instalado en los círculos del poder gobernase quien gobernase, se ha apresurado hoy a echarles un capote. Cuidando más las declaraciones que los regionalistas, recurriendo más a la demografía que a la negación de la demanda, pero yendo a parar a lo mismo: la Ley, como está funciona bien. Y ¿para qué tocar lo que funciona bien? Los que se quejan, que continúen quejándose. Y el de Los Arcos termina amenazando con los "cambios sociales", que provocará la extensión de la oferta del modelo D. Las diferencias entre los dos discursos son de matiz. Tanto uno como el otro persiguen la legitimación del status lingüístico actual, resultante de la búsqueda activa de la regresión del euskera con los más diversos mecanismos durante siglos.

Ni UPN ni el expresidente del PSN se quieren dar cuenta que el cambio social se está produciendo ya. Que las posturas contrarias a la consideración del euskera como un tesoro cultural autóctono de Navarra se han reducido ostensiblemente, incluso en la Ribera, en las dos últimas décadas. Y que el cese de la actividad de ETA crea condiciones de distensión social que favorecen la recuperación de la fuerza simbólica del idioma, aún cuando estemos muy lejos de recuperar la percepción social de su valor funcional como instrumento de comunicación.

¿Y cómo nos corresponde actuar a quienes queremos apoyar el proceso de normalización lingüística? Ojalá estén superadas las tentaciones de órdagos del "todo o nada" que casi siempre terminan resultando nada. Ojalá nos pongamos de acuerdo sobre la base de criterios de libre y estricta voluntariedad como mejor camino para avanzar en la euskaldunización. Y sobre todo, blindemos el cambio de ley de las mezquindades de la política, que nadie intente utilizarlo como instrumento de rédito electoral. Porque esta batalla todavía no está ganada. Hoy ha sido Felones. Mañana será cualquier otro. El régimen excluyente de Navarra no renunciará a jugar ninguna de las bazas de las que disponga. Tristemente ya nos ha tocado muchas veces comprobarlo.

Praxku












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