sábado, 27 de diciembre de 2014

FRANCO, HIJO ADOPTIVO DE NAVARRA

Según relata el psiquiatra Enrique González Duro, Franco tuvo una infancia marcada por la figura de un padre autoritario, mujeriego y juerguista y una madre obsesivamente religiosa y de fuerte carácter. Su juventud no fue fácil pues tuvo que enfrentarse a distintos complejos físicos que dejaron en él una huella indeleble. En su vida adulta fue víctima de frecuentes burlas y mofas, siendo su paso por la Academia Militar de Toledo bastante mediocre. En un intento de resarcirse de sus heridas narcisistas, desarrolló una personalidad tenaz, dura, fría y desmedidamente ambiciosa y megalómana. Su biografía, en fin, delata el perfil de una personalidad psicopática que no albergaba el menor sentimiento de empatía ni de culpa. El culto a sí mismo fue ridículo. Creía ser un elegido de Dios para salvar a España. Y durante cuarenta años mantuvo a Cristo a la intemperie, porque el que iba bajo palio era él. Su fama de militar despiadado creció rápidamente. (klik egin-ver más)
Fabricio de Potestad Menéndez, presidente de la Comisión Ejecutiva Regional del PSN-PSOE

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