ARRATSALDE ON

Así es UPN. El domingo en Baluarte, el arratsalde on de Javier Esparza arrancó las chanzas del respetable. Tanto, que el ya incuestionable lider de la cosa tuvo que aclarar que estaba saludando " a los navarros del Baztan". A nadie más que a ellos. No sé cuántos afiliados tiene UPN allí. Me da que su número no se ha precisamente disparado en los últimos años. Igual que en otros sitios de la Montaña. Y no sólo de la Montaña. El cambio generacional de voto, sin ser algo espectacular de un día para otro, ha transformado de forma silenciosa la sociología electoral de amplias zonas de la Comunidad Foral, la Cuenca incluida. En ese cambio, la influencia del tema del idioma sigue sin querer ser considerada por UPN. Retóricas aparte, el navarrismo ve al euskera como un fenómeno incómodo pero tolerable en la esquina noroccidental; como una excentricidad a controlar al estilo de una especie potencialmente peligrosa en el Pirineo y la Zona Media central y occidental, y como una plaga a combatir en el resto del territorio. UPN se ha enfrentado al debate lingüístico como una excepción en negativo. Reivindica el derecho de los padres a elegir el modelo educativo para sus hijos, sólo si no es en lengua vasca. Lo mismo ocurre con el derecho a ser informado o entretenido por los medios de comunicación. Será así, excepto en euskera. Y le quita el sueño que nadie tenga en ninguna circunstancia un plus por dominar esta lengua. Por todo lo demás sí. Sólo por saber euskera no. Tras el leñazo electoral del pasado mayo, gente como el propio Esparza sugirieron que quizás era momento de revisar la doctrina al respecto. El tono empleado en estos meses de oposición no hacía albergar demasiadas esperanzas. Lo que hemos visto este fin de semana nos lo confirma. No lo pueden remediar. Les puede el tema.
Aingeru Epaltza, en Diario de Noticias