martes, 13 de febrero de 2018

LOS POLICÍAS QUE TORTURARON HASTA LA MUERTE A JOXE ARREGI NUNCA FUERON APARTADOS DE SUS CARGOS

Fueron sus últimas palabras. Las pronunció con el último hilo de voz que le quedaba. Y ese hilo, por muy débil que fuese, ya era bastante: Joxe Arregi llevaba nueve días en el infierno. Pero no un infierno cualquiera, sino uno de carácter oficial, con bandera en la puerta y uniformados en la recepción. “Oso latza izan da”. (“Ha sido muy duro”). Tan duro había sido que después, muy poco después, su corazón dejó de latir y su cuerpo, su destrozado cuerpo, ya no volvió a temblar. Ya no más.
Hoy martes se cumplen 37 años de la muerte de Arregi, un joven al que la Policía investigaba por su presunta relación con ETA. Por eso lo detuvieron. Por eso lo torturaron. Hasta cansarse. Hasta matarlo. “Oso latza izan da” fue el mensaje que logró transmitir a sus compañeros de prisión luego de sus largos nueve días en la sede madrileña de la Dirección General de Seguridad, dependienete del ministerio de Interior. Un ministerio que por entonces, en febrero de 1981, estaba a cargo del conservador Juan José Rosón.  (klik egin-ver más)
Danilo Albín, en Público

1 comentario:

  1. El gran trabajo documental de Euskal Memoria Fundazioa nos enseña que la mayoría de las víctimas del Estado nada tenían que ver con una organización armada. Eran ciudadanos que tuvieron la desgracia de toparse contra un Estado corrupto y criminal. Cualquiera hemos podido ser una víctima humillada y no resarcida de Él. Un Estado que no es un ente abstracto, difuso e intangible, sino que es algo muy concreto dirigido por partidos políticos muy concretos: (PSOE-PP)…. Lástima que esta fundación no amplié su campo de trabajo a toda España porque ello contribuiría a desmontar ese bulo prefabricado de que “la violencia de Estado sólo la hubo dentro de “la lucha antiterrorista” y debido al “fragor de la batalla”. Quienes pusieron este slogan a cabalgar y quienes se lo creyeron nos deberían explicar por qué antes de nacer ETA y tras su final las cunetas siguen llenas en ese lugar idílico, España, donde sólo ETA –nos insisten- ejerció la violencia. He aquí un caso de los incontables que hay. Un caso para echarse a temblar, pues si hacen esto con los “suyos”… qué no harán con los demás. Un caso que tiene responsables políticos: PSOE y PP (concejales incluidos)

    El policia José Manuel Castán, esposo y padre de dos niñas, fue vilmente torturado dentro de la Brigada de Policía Judicial de Madrid (-¿nadie de la policía supó, oyó, vió… nada?-) por los inspectores Amandor Miralpeix y José Manuel Ortiz en 1983 (gobernando Felipe González). Mª Carmen, hermana de la víctima, señalo en la Audiencia de Madrid que: “ a su hermano, esposado a un radiador, le machacaron a golpes y le torturaron salvajemente”.. (-¿En qué es menos hermana y familiar de víctima Mª Carmen que Consuelo Ordoñez o Mary Mar Blanco? ¿Entonces por qué no ha recibido el mismo trato y resarcimiento que esas otras dos víctimisimas? Sencillamente: por las erróneas y corruptas políticas de víctimas que en el Estado se han implantado haciendo que las víctimas de ETA sean más víctimas-) .. 22 años después de los hechos y 12 de la sentencia condenatoria, los inspectores ingresan en prisión (-como hubiera acaecido si los verdugos fueran de Alsasua ¿no?, que van a prisión años después de ser condenados ¿no?-). La DURISIMA CONDENA (esto es sarcasmo) fue de: 2 años de suspensión de cargo público (-es decir, nuestros gobernantes del PSOE y PP, pues no han cambiado las leyes, consideran que cuando un policía tortura puede seguir siendo policía al rato-) y 4 años por “LESIONES” (ya que el fiscal, ese funcionario del Estado al servicio de los deseos del Estado, cambio –no sé sabe por qué- la acusación de torturas por lesiones). Todo ello sin olvidar que en el año 2000 –gobernando el partido de Miguel Ángel Blanco, con Aznar de presidente- FUERON INDULTADOS PARCIALMENTE, pues el PP siempre es muy indulgente con los verdugos si no son de ETA o Alsasua.

    Así pues vemos como un caso aterrador, un crimen en toda su extensión, al pasar por la “justicia” de este nuestro Estado español de “heroica lucha anti terrorista” y que “siempre estará donde estén las víctimas” convierte a los verdugos en unos niños malos que sólo han hecho una trastada pero que ¡no es para tanto!, deja a los familiares de la víctima en las cunetas, como siempre se ha hecho con las víctimas de segunda, y vuela como buitre coronado ahí donde hay una víctima útil para proseguir con su corrupta moral e ideología. ¡Ay si al malogrado José Manuel Castán lo hubiera matado ETA, eh?. Pues aunque esté mal decirlo: mejor le hubiera ido a la familia y mucho peor, muchísimo peor, a los asesinos, claro... En fin, esta pequeña pero atroz realidad nos deja la foto fija de ese lugar donde vivimos llamado España y que ha sido gobernada (en democracia) por el PSOE y el PP (y sus concejales).

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