jueves, 26 de abril de 2018

TODOS A LA GREÑA Y LUEGO EL PSN

Un año escaso resta para que se midan en las urnas las tres porciones casi idénticas de la tarta electoral navarra según los comicios de 2015, a saber: los 160.352 votos que articularon un Gobierno sustentado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E;los 161.151 sumados por las fuerzas de oposición clásica agregando a los 151.158 de la tríada parlamentaria UPN-PSN-PP los 9.993 de Ciudadanos, a la postre estériles para conformar Ejecutivo por no alcanzar por cuatro décimas el 3% del sufragio que reporta escaño;más las 159.094 abstenciones registradas. La primera de las cuitas se dirime en el seno de los bloques antes que entre ellos, pues la fuerza de cada sigla determina su hegemonía en los mismos para estructurarlos y optimizar su apoyo social. En el cuatripartito gubernamental se trata de comprobar quién rentabiliza en mayor medida la estabilidad del Gobierno foral y la consolidación de las cuentas públicas desde los presupuestos del ascendente de la presidenta Barkos como gestora, así como de su atractivo electoral, y de la fortaleza de EH Bildu como organización. Un segundo lance se libra en el conglomerado del cambio en 2015, pues bajo la óptica programática I-E aparece como el receptor natural y teóricamente mayoritario de los eventuales votos que extravíe Podemos por su fractura interna, sin que se atisbe hoy una confluencia en ese vector político. (klik egin-ver más)
Víctor Goñi, en Diario de Noticias

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