viernes, 26 de octubre de 2018

PREFACIO PARA UN DESASTRE

Habrá que luchar hasta el final, pero la victoria de Jair Bolsonaro parece ya la crónica de una muerte anunciada. Y la palabra muerte está bien usada porque eso es lo que representa este personaje de la “lumpen-política” que durante casi 28 años pasó desapercibido en el corrupto Congreso brasileño. Muerte cuando propuso entrar con un “lanzallamas” al ministerio de Educación para erradicar hasta el último vestigio de las enseñanzas del gran educador Paulo Freire. Muerte porque bajo su égida habrá un considerable refuerzo del autoritarismo en la escuela y en la sociedad, y se librará una guerra sin cuartel al pensamiento crítico en todas sus variantes. Muerte porque ha prometido represión y cárcel para todos quienes representan el pasado petista, aunque no pertenezcan a ese partido. Declaró en varias oportunidades que va a ilegalizar al marxismo y al “gramscismo” (aunque no  dijo cómo) y que recortará drásticamente el presupuesto de facultades e institutos de investigación en ciencias sociales. Según  este santo varón, su gobierno invertirá en ciencias “que produzcan cosas” (lavarropas, palas, tornillos, etcétera) y no palabras o ideologías.  (klik egin-ver más)
Atilio A.Borón, para Rebelión

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