Todos conocemos las dificultades que muchos matrimonios tuvieron en tiempos del franquismo y de la Iglesia preconciliar a la hora de inscribir a sus hijas con los nombre que ellos querían.
Por una parte, la iglesia ponía pegas si se quería bautizar a una niña solamente con el nombre de Ujué. Había que ponerle por delante el de Maria.
La variante Uxue tenia más dificultades de poder ser inscrito. Y no digamos si el nombre previo obligatorio de Maria se quería inscribir bajo la forma de Miren.
El registro civil era mucho mas difícil de eludir. Todo lo que sonase a euskara estaba terminantemente prohibido. (klik egin-ver más)
Mikel Burgui, en su blog
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