Lo de que la justicia es imparcial, resulta duro de tragar para la mayoría de la ciudadanía. Y no lo digo solo por el absurdo juicio contra el diálogo que ha sentado estos días en el banquillo al lehendakari Ibarretxe, Patxi López y Arnaldo Otegi entre otros. La justicia, en la mayoría de los temas, no es casi nunca justa ni equitativa. Y esto es así, porque las leyes pueden ser interpretadas y quienes las interpretan, son seres de carne y hueso, imbuidos en la mayoría de los casos por las ideas dominantes en la sociedad, cuando no directamente alineados con el poder o con quién manda y encima con el privilegio de no tener que dar cuentas de sus actuaciones y sentencias ante nadie, ya que ¿quien juzga al juzgador?
Fdo: Tere Sáez. Técnica de Igualdad. 40857601X
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