lunes, 7 de septiembre de 2009

RENAULT AMENAZA CON TRASLADAR LA PRODUCCIÓN DE ESPAÑA A ESLOVENIA

Un sudor frío recorre Valladolid. La emblemática FASA,
principal agente del éxodo rural desde los cincuenta de Tierra de Campos hacia la capital del Pisuerga y de la conversión de ésta en una ciudad próspera y moderna, puede cerrarse en poco tiempo. No habría que contar únicamente la pérdida de puestos directos, porque alrededor se mueven muchas empresas satélite, que también desaparecerán irremisiblemente. Puede que el anuncio de cierre y traslado de la producción a Eslovenia sea un chantaje previo a la negociación del convenio colectivo para forzar un imperativo pacto social, pero se teme que la Renault haya tomado ya una decisión firme en busca de menores costes salariales, condiciones más flexibles y legislaciones más favorables en cuestiones medioambientales y de seguridad laboral.
Al fin y al cabo, lo que les interesa a las multinacionales es la cuenta de resultados. El bien de las comunidades, la generación de puestos de trabajo estables o la consolidación de los mercados locales les importa un carajo. La industria tal como se viene se va, en busca de mercados más favorables.
¿Qué se puede hacer frente a este auténtico delito social que suponen las deslocalizaciones? Quizás únicamente esperar que nuevas empresas subvencionadas con dinero público se instalen en la zona para crear un nuevo empleo, precario y escaso? Algo más se podía hacer como consumidores, dejar de comprar Renault. Pero ni siquiera a eso alcanza la conciencia efectiva. Heineken cerró su planta de Arano y no creo que sean muchos, ni siquiera en la zona, los que hayan decidido cambiar por eso de cerveza.
Praxku

1 comentario:

  1. A mi se me ocurre una buena sanción económica por cada año de beneficios obtenidos, por el impacto ecológico que en su momento supuso su implantación y la exigencia de reconstrucción de la zona, aprovechando infraestructuras, para la edificación de viviendas destinadas a sectores sociales mas desfavorecidos, de centros sociales, de enseñanza y salud. Evitar que se vayan de rositas, con los bolsillos llenos a costa del sudor de la gente trabajadora que después de años dedicados a la empresa tienen, como única recompensa, una patadita en el culo, la cola del paro y la desesperación de ver el yermo futuro de próximas generaciones.

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