domingo, 27 de septiembre de 2009

UN MURO; ¿OTRO MURO?

La foto de portada del viernes (la del avión rodando por la pista de aterrizaje de Noáin) ofrecía sólo una parte de la realidad: el aeropuerto ha ganado en dimensiones y prestaciones, pero a costa de que el pueblo que lo acoge soporte un muro de enormes dimensiones en su ya mermado paisaje rural. La ampliación supone una sensible mejora para las comunicaciones de Navarra, pero antes ha anulado un proyecto de viviendas y, ahora, casi invade el césped de las piscinas municipales. Digo esto para que no caiga en saco roto la contribución que Noáin y sus vecinos hacen desde tiempo atrás, soportando la presión de todo tipo de infraestructuras que son de concurrido uso público pero que provocan multitud de molestias a los habitantes de la localidad. Y lo recuerdo también porque en otros lugares se levantan en armas ante la más leve insinuación de instalar una cárcel, un matadero o una planta de tratamiento de basuras en defensa de mantener su suelo inmaculado y no asumir ninguna cuota de molestia. Noáin está asaeteado por una autopista, una autovía, el ferrocarril, el aeropuerto y una carretera nacional -por fortuna casi desactivada- que se cobró la vida de no pocos lugareños, algunos de ellos niños. Ahora, el premio a esta interminable aportación al progreso de Navarra trae como regalo envenenado una pared gigantesca que nace en mitad de un campo. Dirán que lo tienen merecido por no haberse quejado nunca. Yo creo que ese muro es un castigo innecesario. Como no incluir a Noáin en la zona mixta lingüística. Porque el acceso al euskera también es progreso y lo que pretende UPN es sostener otro muro. Otro castigo.
Félix Monreal (Diario de Noticias)

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