jueves, 21 de enero de 2010

POR LOS RINCONES DEL SALTUS VASCONUM: GANBO

En el corazón del Aralar guipuzcoano hay una extensa zona de pastos, desprovista de arbolado, de intensa actividad pastoril en las épocas benignas, e inhóspita en invierno. Allí, sobre las antiguas minas de Arritzaga, no lejos de las praderas de Igaratza, está el solitario Ganbo, una cima alejada de los valles, escondida en lo más profundo de las entrañas de la sierra y difícilmente visible desde fuera de la misma. Por eso Ganbo es diferente, en su modestia (1402 metros) es un monte recóndito, que goza del misterio y del encanto de la soledad y del silencio infinitos.

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