Muy lejos de aquí, en una universidad extranjera, asisto por pura casualidad a una conferencia sobre la adquisición del castellano como lengua extranjera. Evitaré dar más pistas que identifiquen el lugar para no comprometer a todo un equipo de profesionales con una visión alejada de la conferenciante, que no tenía otro objetivo que hacer proselitismo lingüístico. Tampoco voy a dar su nombre, ya que aún me dura la vergüenza ajena. Si he decidido explicar aquí el acontecimiento es porque nunca había encontrado concentradas en una persona, y en apenas 90 minutos de charla, tantos prejuicios lingüísticos juntos. Solo puedo decirles que quien tenía que aleccionar sobre cómo enseñar la lengua de la RAE fuera de sus vastos dominios no solo es catedrática de una universidad española, sino que ostenta el cargo de académica de la citada Real Academia Española.
He aquí el rosario de ideales que citó: el español (¡y no el castellano!) es una lengua muy universal porque cuenta con 500 millones de hablantes (con orgullo indicaba todas las zonas pintadas de rojo en un mapa del mundo); si tuviera un hijo le enseñaría chino porque es la lengua con más hablantes; será difícil desbancar al inglés de las primeras filas de la lengua más utilizada, pero es «nuestro» objetivo final, el hindi parece que sería una lengua con más usuarios que el castellano/español, pero como no se aclaran ni entre ellos no está muy claro que pueda considerarse una sola lengua y, por tanto, rivalizar en número de hablantes con «la nuestra». Para acabar de arreglarlo, contó una historia absolutamente surrealista en la que un filipino capturado durante la segunda guerra mundial se salvó de ser fusilado entre japoneses gracias a que un puertorriqueño de las filas estadounidenses le oyó rezar un padrenuestro en castellano/español. La moraleja que hubiera sacado de todo ello es que más vale no ser un descreído, pero la de nuestra oradora fue: «El español puede salvarte la vida». Claro está que no sé si deberían creer lo mismo los indígenas a quienes rebanaron el cuello para forzarles a hablar una lengua tan universal. Najat El Hachmi (El Periódico de Catalunya)
No hay comentarios:
Publicar un comentario