Chicha Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, ya está muy viejita. Quiere alcanzar a reencontrarse con su nieta. Ayudémosle a que su carta recorra el mundo, y en una de esas, genere dudas en alguien. Reenviemos la carta hasta al menos pensado. Que su llamado pueda recorrer nuevos circuitos, que no quede restringido sólo a personas vinculadas a organizaciones de derechos humanos, que pueda llegar hasta Clara Anahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario