jueves, 27 de mayo de 2010

RINCONES DEL SALTUS VASCONUM: ERRAONDO

Arturo Campión, que definió a Navarra como "el pueblo de las ruinas" se inspiró en este paraje del valle de Untziti para escribir su desgarradora historia de El último tamborilero de Erraondo. Es la historia de Pedro Fermín Izko, que emigró a América con su flauta y pasó cincuenta años en la comunidad euskaldun de la diáspora. Volvió entonces al valle y se puso a tocar el txistu a la salida de la iglesia, como lo había visto hacer a su padre. Y se encontró para su sorpresa con burlas de gente que había perdido su cultura, su lengua y sus raíces.

Hoy en Erraondo -o Errondo- no queda más que este muro de piedra, testigo silencioso de una gran torre defensiva. De hecho, parece que ya estaba deshabitado en el siglo XV. Siempre perdurará el recuerdo de haber servido de base de una ficción literaria que reflejaba primorosamente el proceso de aculturización del que desde hace siglos ha sido objeto Navarra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario