domingo, 19 de septiembre de 2010

PERALTA, LUCES Y SOMBRAS

De las grandezas de mi pueblo, quien me conoce sabe que no tendría suficientes páginas este periódico para glosarlas. De las sombras, que a veces la improvisación de nuestros ediles engendra sin razón, sabemos al menos los cientos que, como yo, fuimos víctimas estas fiestas. Éstos son los hechos:
El día 11, viniendo del camino de Falces, junto al río, paseo que suelo hacer con frecuencia, accedo al puente por el camino, que es cañada y que está situado pasada la rotonda. Dicho camino carecía de señal o prohibición alguna para circular por él. Al llegar al final del puente, por donde discurren superpuestas la NA-115 y la cañada real, soy interrumpido, al otro lado de la rasante, por una benemérita sanción. Diré que el camino en cuestión tiene enfrente una isleta que se sigue con una línea continua, lo que impide ir en dirección contraria, y que en la rotonda que le precede habían colocado una señal de desvío obligatorio, por cierto más pequeña que las que jalonan las carreteras, y que al camino en cuestión da su parte posterior.
A.I. (Diario de Noticias)

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