Cuando éramos muetes no conocíamos la palabra autobús. En nuestro argot solo conocíamos dos palabras para definir lo que era un coche grande donde podían montarse muchas personas: Una Tafallesa.
Si por casualidad llegaba un autobús de excursionistas al pueblo solíamos decir que había venido “una tafallesa con folasteros”. También decíamos que en las romerías además que desde Tafalla también venían muchas “tafallesas” de Pamplona, Sangüesa, Olite y muchos otros sitios. Luego supimos que La Tafallesa solo era el nombre de la compañía de autobuses de un señor llamado Valero que era “mucho rico y que además tenía en Tafalla un cine, un casino y una sala que se llamaba la Güesera donde había músicos y baile agarrao tó los domingos”.
(klik egin-ver más) Blog de Mikel Burgui
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