Impusieron scanners en los aeropuertos en aras de una seguridad que no evita atentados. En aras, seguramente, de imponer y extender el tan útil miedo. Y ahora wikileaks nos muestra la desnudez de los poderosos. Muchos ciudadanos anónimos vienen exponiendo su intimidad desde hace tiempo, gratis y voluntariamente. Lo hablamos desde hace tiempo en casa: uno de los mayores “cambios de paradigma” que se han dado en este convulso tiempo ha sido en el concepto de privacidad. Solíamos preservarla pero ya no, apenas no. No sé si fue la soledad (ésa que se disfruta entre la muchedumbre), la prisa, la banalidad actual, pero hemos abierto la puerta a nuestros reductos particulares. De par en par o con mesura. (klik egin-ver más)
Rosa María Artal, en El Periscopio
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