Esta es la pregunta a la que necesariamente tendremos que contestar los independientes en la asamblea convocada para el próximo viernes. Es verdad que no están los tiempos para vender ilusiones y que el cuerpo nos pide buscar refugio seguro y esperar a que escampe pero, si así lo hacemos, ¿Cuánto habrá que esperar para volver a tener otra oportunidad como ésta ?
A pesar de las arenas movedizas en las que hoy se está desarrollando la actividad política, y a pesar también de las dificultades que estamos encontrando los no afiliados para actuar e influir en ella, hay dos verdades que no sólo se mantienen inmutables sino que van adquiriendo cada vez mayor valor: La primera, la ineludible necesidad de contar con una herramienta como Nafarroa Bai para conseguir el desalojo del poder de esta derecha autoritaria, casposa y excluyente y lograr así las transformaciones que la mayoría social de Navarra está pidiendo a gritos. La segunda, el importante papel que, hoy más que nunca, nos corresponde a los no afiliados de, por un lado, mantener vivos los valores y principios de la Nafarroa Bai en la que creyó y con la que se ilusionó tanta gente y, por otro, de construir codo con codo con los afiliados de los partidos un cuerpo social sólido capaz de resistir los embates de la tormenta que tenemos encima.
Por esta razón no podemos enredarnos en la asamblea en elucubraciones y debates teóricos estériles o caer en victimismos deprimentes, sino que con la cabeza bien fría, el corazón caliente y mucha determinación deberemos centrarnos en buscar entre todos la mejor respuesta a la pregunta del encabezamiento o a esta otra que le equivale: ¿qué podemos hacer por Nafarroa Bai?
Es posible, y a nadie se le oculta, que, tal como están las cosas y a pesar de nuestros esfuerzos y dedicación, no consigamos nada, pero ¿dormiríamos tranquilos si al menos no lo intentamos?
J.M.G. (en Lau Haizetatik)
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