¿Alguien recuerda algún revuelo mediático por la exhibición por parte de algunos jugadores de enseñas extradeportivas de grupos totalitarios, como esta que sostiene en la foto Guti?
Ayer, sin embargo, Marca se ha hecho eco de la condena que hace Covite del apoyo que ocho jugadores de la Real Sociedad han expresado a la manifestación que el sábado reclamará en Bilbao el acercamiento de los presos a las cárceles de Euskal Herria. Y lo ha hecho mintiendo sobre el contenido de la reivindicación, confundiendo como ya es desde hace tiempo costumbre, apoyo a los presos con apoyo a los derechos de los presos y sus familias.
Tanto ESAIT como la Federación de Peñas de la Real han defendido el derecho de Aranburu, Labaka, Ansotegi, Mikel González, Zurutuza, Markel Bergara, Zubikarai y Agirretxe para expresar sus opiniones sobre derechos humanos. Cuando hace dos meses una representación del equipo visitó a los presos de Martutene, comunes en su totalidad, nadie interpretó el gesto como apoyo al robo o a la violencia de género. Ahora la cosa es distinta y Marca busca ponerlos a los pies de los caballos, cuando no han hecho otra cosa que criticar una política penitenciaria arbitraria, injusta e inhumana, que no tiene legitimidad social en Euskal Herria y que es objeto de instrumentalización en función de las circunstancias e intereses políticos
Las personas privadas de libertad, cualquiera que sea su delito, son sujetos de derechos, como el de cumplir sus condenas cerca de su entorno natural. Como se le respeta al criminal que acabó con la vida de Nagore Laffage, preso en la cárcel de Zuera, a unas decenas de kilómetros de Navarra.
Praxku
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