Los chavales y las mocetas de la Ikastola Ibaialde sufren el apartheid lingüístico. Viven en lo que la ley del vascuence denomina zona no vascófona. Allá no se respeta la libertad de elección de los padres. En la escuela pública, el modelo D está prohibido. Para estudiar en euskera la única opción es la ikastola. Los padres, las madres y el profesorado llevan 25 años trabajando para sacar adelante ese centro, luchando contra viento, marea, legislación, falta de reconocimiento oficial de su enseñanza, carencia de ayudas públicas, falta de infraestructuras adecuadas... ¿Vamos a dejar que todo ese sacrificio realizado durante un cuarto de siglo resulte a la postre baldío porque no queremos pasar frío? ¿Vamos a abandonar a esos chavales y a esas mocetas a su suerte, por miedo a acatarrarnos? ¿Qué es más fuerte, el frío siberiano o nuestro compromiso en favor del euskera? ¿Somos o no somos? ¿No hay gónadas o qué? Es más: ¡A que no hay gónadas! (Por si a pesar de mi contundente método de motivación la gente no se anima a ir mañana a Lodosa-Sartaguda, ahí va el número de cuenta de la Ikastola Ibaialde: 3035 0153 46 1531026051). (klik egin-ver más)Juan Kruz Lakasta, en Diario de Noticias
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