domingo, 12 de febrero de 2012

NAVAS DE TOLOSA, NADA QUE CELEBRAR

A esa batalla no se fue desde el norte peninsular a luchar por la libertad en contra de unos fundamentalistas musulmanes, sino que, con bula papal, se intentaba ganar tierras para la cristiandad en una cruzada que servía de excusa al expansionismo cristiano de la época. Si ya es muy triste que los descendientes de los vencidos, de la mano de la Diputación de Jaén, celebren una derrota que supuso el fin de unos siglos de luz en todos los campos de la ciencia y la filosofía, así como en las artes literarias y plásticas; no es menos triste que el Gobierno de Navarra se apunte a esta orgía de orgullo patrio, cuando los estudios más serios y científicos sobre la batalla arrojan una realidad sonrojante, pues ni las tropas de Sancho el Fuerte eran tan numerosas como nos han hecho creer desde entonces, ni siquiera la participación del ejército navarro fue tan decisivo como se ha venido cantando hasta la saciedad. (klik egin-ver más)
Juan Vélez, en Diario de Noticias

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