lunes, 20 de febrero de 2012

UN FACCIOSO CIEN POR CIENTO


Hace ya algunos años pude escuchar a un conocido miembro del PP, uno de los llamados padres de la Constitución, cómo se reía de determinados personajes de la izquierda madrileña por haberse creído que Ruiz-Gallardón era un progre o una especie de político de suave centrismo y no lo que es: un nacional católico que identifica España con su particular religión, es decir, un integrista o ultramontano de tomo y lomo.
Que Ruiz-Gallardón haya usado buenas maneras y pocas estridencias en su trato político no hace sino poner de relieve la hipocresía de sus acciones. Las personas que así obran, dicen en Colombia, lo hacen con "nadadito de perro". (klik egin-ver más)
José Ignacio Lacasta Zabalza, en Diario de Noticias

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