domingo, 27 de mayo de 2012

ROUCO Y CÁRITAS

La jerarquía ha tenido por costumbre tapar su boato con la manta de la obra social. Y una institución con prestigio reconocido como es Cáritas ha sido usada para ese fin con el mensaje de que financiar a la Iglesia es financiar a Cáritas.
Debemos decir educadamente que lo anterior no es cierto. Basta leer los transparentes informes de Cáritas para comprobar que, al menos, en lo que respecta a financiación explícita, la aportación de la Iglesia no alcanza el 2% de su presupuesto, correspondiendo el resto a aportaciones públicas y particulares de la más diversa índole.
Pedro García Castrillo, en El País

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