Cualquier persona con sensibilidad democrática en España (independientemente de sus posturas ideológicas y pertenencia política) debería rebelarse frente a esta situación. En nuestro país, cualquier progreso democrático que ha ocurrido ha sido resultado de las movilizaciones populares que en muchas ocasiones ha recurrido a la desobediencia civil, dejando de respetar leyes que traducen e imponen un comportamiento antidemocrático que debe ser cuestionado y desobedecido. Las movilizaciones de los años setenta en contra de la dictadura que forzaron el fin de aquel régimen fue el caso más claro de la necesidad y eficacia de tales movilizaciones. Nos encontramos hoy en una situación parecida en que los gobiernos en España están llevando a cabo políticas altamente impopulares por las cuales carecen de un mandato popular que justifiquen su imposición. (klik egin-ver más)
Vicenç Navarro
No hay comentarios:
Publicar un comentario