Los asesinos tiraron a sus víctimas a una sima donde los pastores arrojaban al ganado muerto, en Urbasa (Navarra). Sus restos fueron hallados ayer, 76 años después del crimen, rodeados de los huesos de un caballo, una oveja, un cerdo y tres perros. Un equipo de 12 especialistas (forenses, arqueólogos, antropólogos.....) trabajó durante todo el día a 20 metros de profundidad para rescatar los esqueletos de las nueve víctimas, fusiladas en 1936. Lo hacen de forma altruista porque ya no hay subvenciones para las tareas de recuperación de la memoria histórica. (klik egin-ver más)
Natalia Junquera, en El País
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