jueves, 4 de abril de 2013

LA IMPUTACIÓN DE LA INFANTA Y LA HISTORIA DE LAS BUENAS Y MALAS NOTICIAS

Queda por dilucidar qué pinta en una nación del siglo XXI una jefatura del Estado hereditaria por la gracia de los genes. Que, concretamente, está tan cuajada de "conductas inapropiadas". La buena noticia es que, quizás, con un poco de empeño, aún podemos decidir si es lo que nos conviene. La peor, es que seguimos sin ser un país serio. Lo más positivo, que algunos intentan cambiarlo con gran ahínco y entre muchos obstáculos.(klik egin-ver más)
Rosa María Artal, en eldiario.es

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