El error más grave de Yolanda Barcina (YB) no es que se niegue a dimitir. Ya sabemos que este es un verbo que carece de presente. Lo más grave es no reconocerse culpable. Como si la vida, lo que sucede a nuestro alrededor, no fuera con ella. Como si de esa insensibilidad a la irrefutable realidad, quisiera hacer bandera, santo y seña para reforzarse en un enroque enloquecido. El error más flagrante de la Presidenta es no asumir responsabilidades personales en el fracaso de la gestión de un gobierno en deconstrucción y sin garantías. Ni políticas, ni ciudadanas. Y es que quizás, para ella todo ejercicio de franqueza sea solo un acto indecente. (klik egin-ver más)
Paco Roda, en Diario de Noticias
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