Tanto entre las fuerzas políticas susceptibles de encabezar el cambio, como entre las diversas organizaciones o colectivos sociales, como por parte de los sectores de la sociedad de izquierdas, hay un deseo sincero, vigoroso y común de echar a la derecha, de castigarles por la corrupción y de adecuar el Gobierno de Navarra a una sociedad que es más progresista, social e integradora. Existe, igualmente, el convencimiento de que es prácticamente imposible que cada bloque (no-nacionalista y nacionalista vasco) lo pueda sacar por su cuenta, sin unirse. El problema reside en la diferencia parcial de motivos y objetivos que las fuerzas de ambos bloques persiguen con el cambio y en la habilidad que despleguemos para superar las diferencias, para conjurar lo común a las distintas sensibilidades y para conseguir un acuerdo en el que todas las partes se encuentren suficientemente satisfechas. (klik egin-ver más)
Milagros Rubio y Jesús Urra, miembros de Batzarre
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