El historiador Pío Moa justifica el fusilamiento de las trece rosas en un artículo publicado en Libertad Digital, titulado "Trece rosas y mucha jeta". El 5 de agosto de 1939, cuatro meses después de finalizada la guerra civil española, 13 muchachas -siete de ellas menores de edad, entonces establecida en 21 años- de las JSU fueron fusiladas por los franquistas, junto a 42 hombres, en el cementerio del Este de Madrid. El día anterior fueron juzgadas por un consejo de guerra.
Dice Moa que "el fusilamiento de trece mujeres en 1939, hecho sin precedentes ni continuaciones en el franquismo, ha sido explotado inmensamente por la propaganda comunista, en primer lugar, y luego por la izquierdista en general". Y añade que las fusiladas pertenecían al "sector más fanático y stalinista del PCE, que había intervenido en multitud de asesinatos".
Añade que fueron fusiladas a causa del "asesinato a sangre fría de un militar, su hija adolescente y un soldado conductor en la carretera de Extremadura, un atentado típicamente terrorista". De todas formas, Moa admite que, en parte, se trató de "un crimen legal", porque, según afirma, "la mayoría de los encausados no estaba implicado de manera inmediata en el triple asesinato de las JSU, aunque sí en los aledaños del núcleo que lo perpetró".
ucnr
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