La estrategia del PP, tanto en el Gobierno central como en el madrileño, de culpar de forma virulenta a la auxiliar de enfermería Teresa Romero de su propio contagio de ébola -la han acusado de "mentir" y "ocultar" sus síntomas-, ha encendido a la opinión pública, cuyo malestar se lleva haciendo patente en las redes sociales desde el lunes.
Sin embargo, tal y como puede comprobarse a lo largo de los años y de la gestión del Partido Popular en varios gobiernos, este hecho no es nuevo y, dando respuesta al dicho "en política no existen las casualidades", la actuación de los conservadores respondería siempre a una calculada estrategia de volcar su propia responsabilidad en varias de las peores crisis de este país sobre los elementos con menos opciones de defensa, sea un perro o sea un juez. (klik egin-ver más)
Ana Pardo, en Público
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