En el camino, los grandes charcos que se forman con las lluvias están completamente helados. Los trozos rotos dan grosores de hasta tres centímetros. Ahora llevamos el viento de cara y, si no fuera por la protección del bosque, nos quedaríamos como el suelo que pisamos.
En el cruce, tomamos el camino de la izda.
Caminamos por la muga entre Olite y Tafalla. Unos mojones de buen tamaño indican la separación entre los dos términos. (klik egin-ver más)
Tafalla a Pie
No hay comentarios:
Publicar un comentario