jueves, 26 de febrero de 2015

GABILONDO GALVÁN

Todo va muy deprisa. En menos de quince días, Pedro Sánchez ha pasado de ser un muerto viviente –un segundo Fernando Garrido, el ficticio secretario general que Manuel Vázquez Montalbán mató en el primer capítulo de 'Asesinato en el Comité Central'– a merecer todos los respetos por su tenacidad. En menos de dos semanas ha conseguido imponer su autoridad en el avispero de la federación socialista madrileña, se ha sacado de la chistera a Ángel Gabilondo como candidato sorpresa a la presidencia regional de Madrid, ha logrado salir vivo de un debate parlamentario que le podía haber sido muy adverso, y ha visto cómo la fuerza ascendente de Podemos, que sigue siendo potente, comienza a verse corregida por la brecha en la ceja de Juan Carlos Monedero, por la luz sombría que emite el régimen de Venezuela y por el choque de Syriza con la Cancillería de Hierro de Berlín. (klik egin-ver más)
Enric Juliana, en La Vanguardia

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