Nadie debiera invocar el miedo al otro, cuando el otro está llegando, cuando aún se está descalzando, cuando representa tantos corazones y voluntades unidas, cuando llevaba tanto tiempo aguardando estos rayos tardíos, esta primavera desbordada en el cristal de las urnas. El pasado se resiste a hacer sus deberes, sus maletas. Se agarran al poder e invocan todo tipo de miedos y atraen todas las tempestades, con tal de que no gobiernen las fuerzas emergentes, pero a nosotros/as lo que de verdad nos aterra es quedarnos como antes, como si no hubiéramos soñado, como si no hubiéramos nunca concebido que puede ser de otra forma. Ya ha amanecido, pero quieren echarnos de nuevo la noche encima como si el 24 de mayo no hubiera sido, como si no hubiéramos dicho que queremos otro aire, que nos merecemos otros dirigentes, otra Navarra. (klik egin-ver más)
Koldo Aldai, en Diario de Noticias
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