El Gobierno de España ha nombrado embajador en Washington a Pedro Morenés, el preferido por la Casa Blanca y por el Pentágono. Daba el perfil: hombre muy conservador, atlantista y empresario de seguridad y armamento; en su momento, especializado en bombas de racimo. Felicidad a este lado del Atlántico, quién mejor para mediar y cumplir las órdenes de Trump de elevar el presupuesto militar hasta el 2% del PIB.
La decisión forma parte de la narración ultraconservadora del PP en el Gobierno. Como nos ha recordado Cospedal, ministra de Defensa ,"si no está garantizada la seguridad , da igual tener garantizada la sanidad pública o la educación". El problema no es ese, sino que les da igual que no haya sanidad pública y educación. Lo importante es la seguridad, es decir, el negocio de las armas. De momento, son 12.000 millones, que esa fue la cifra que le espetó Trump a Rajoy, en inglés, por supuesto. Ya se lo han traducido a Cospedal y Montoro. Y si las cuentas no cuadran, no importará. La Europa de hoy, que lo es cada vez menos, en ocasiones perturbada por el déficit, no lo tendrá en cuenta. (klik egin-ver más)
Javier Aroca, en eldiario.es
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