Cuando se abrió el procedimiento judicial contra Juan Mari Atutxa, presidente del Parlamento Vasco, y sus compañeros de Mesa Gorka Knörr (EA) y Kontxi Bilbao (EB), los chicos y chicas que acaban de llegar a la mayoría de edad en Euskadi tenían cuatro años. Evidentemente, ni conocieron aquella situación y es posible que ni siquiera les suenen esos tres nombres que fueron noticia -odiosa noticia- en todos los medios el año 2003 y los siguientes. Los tres altos representantes institucionales fueron procesados por desobediencia, acusados de negarse a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak, que en ese momento estaba formado por los parlamentarios de la izquierda abertzale. (klik egin-ver más)
Pablo Muñoz, en Grupo Noticias
Me ha venido a la memoria una charla coloquio organizada por el incipiente PODEMOS AHAL DUGU en la calle Curía, la tetería, creo que así se llamaba ese coqueto local, donde dos tipos de Gesto por la Paz estuvieron describiendo los “horrores” padecidos a manos de los contramanifestante –la izquierda abertzale- que les escupían, arrojaban monedas, insultaban….. Entonces pensé si no se habían dado cuenta que otros manifestantes por ejercer sus derechos políticos eran salvajemente apaleados, gaseados, detenidos, torturados, heridos, heridos con secuelas perennes e incluso perdían la vida. Y que ante tales violencias, lo suyo era simplemente una anécdota. Algo parecido he vislumbrado en este texto denuncia, que si bien comparto y tiene toda la razón, no hay que olvidar que las amenazas y presiones padecidas por individuos como Atutxa, un peso pesado del PNV y del GV con todo lo que ello significa, nada tuvo que ver con el abuso terrorista que soportó el resto de la sociedad vasca y que no olvidemos –Altsasu- seguimos padeciendo. Y hago hincapié porque el PNV de Atutxa hoy es la muleta de esos que fueron “el plomo” y lo han sido sin interrupción desde 1936 hasta el ahora más rabioso. ¿De qué nos extrañamos pues? Las cunetas siguen llenas, las víctimas del terror del Estado, muchas más que las de ETA, siguen sin ser reconocidas, seguimos bajo leyes trampa y ab hoc y no todos somos iguales ante la ley y hay unas leyes especiales para unos y contra otros. ¿Y qué hace el PNV contra este estado de las cosas? Negocia con el PP, le apoya para que gobierne, no apoya la moción de censura contra Rajoy. ¿A cambio de qué? Porque de desactivar el “plomo” y todo el entramado terrorista de esa gran falacia llamada “lucha antiterrorista” no es.
ResponderEliminarQue todavía haya víctimas sin resarcir ni reconocer y verdugos en impunidad ha dejado de ser responsabilidad exclusiva del Poder Central: el autonómico, también lo es.