A lo largo de este año hemos visto a nuestros políticos e instituciones del “cambio” acudir a homenajes institucionales innecesarios como los de Casanova, Caballero, Mujica.. en pos de ese gran error ético y táctico en el que han convertido el “todas las víctimas”. Porque es falso –y sobre una mentira no se puede edificar nada bueno- que estemos en un lugar donde todas las víctimas son tratadas igual y están en la misma situación: hay víctimas en cunetas de tierra, de no reconocimiento, de no resarcimiento; y las hay que salvo la resurrección –por ahora inviable- lo han recibido todo. Y esto que pasa –que viene pasando desde 1936- no es ni por casualidad ni por inocencia sino por todo lo contrario: consentimos a gobiernos, partidos políticos, poderes fácticos… que han sido y son los verdugos de una parte de las víctimas -de las que sólo hoy deberíamos preocuparnos, por lo obvio- que sigan llevando la iniciativa, pongan las normas, escriban la ética y marque la ideología en estos asuntos vitales. Consecuencia de lo cual, seguimos manteniendo a los “caídos por la patria” de ayer y hoy, sobre los tirados en las cunetas de tierra y de no reconocimiento. Seguimos olvidando que muchas de las víctimas del Estado lo fueron y son por motivos ni políticos ni “terroristas”, y que lo han sido en toda la geografía española y no sólo en lugares “traidores” al delirio unitario nazional católico. Seguimos olvidando que homenajear a una víctima del Estado, de esas que hay que denominarlas de forma que no moleste a sus verdugos –no como víctima del terror, sino de “abusos” que suena más asimilable- y que jamás homenajean los “constitucionalistas” sin ningún tipo de riesgo político o penal –cosa que no se puede decir ocurra si hacemos lo contrario- no hace que esa víctima pase a recibir todo lo que sí han recibido las llamadas del “terrorismo”. Por esto mismo y mucho más, mentimos y hacemos políticas falsas cuando nuestros políticos e instituciones del “cambio” pretenden cumplir su slogan de “todas las víctimas” haciendo actos que jamás harán que eso sea verdad porque el verdugo Estado y los verdugos gobiernos y los verdugos partidos políticos mayoritarios, PP y PSOE, siguen siendo los que determinan quién es víctima y quién no. Y esto no lo podemos consentir por más tiempo y esto es lo que debemos de cambiar cuando hacemos bandera del “todas las víctimas”: si, todas, pero en primer lugar y sin perder el tiempo en ninguna más, las que faltan.. Hasta que no tengamos que recordarlas y homenajearlas institucionalmente más que el día señalado para tal menester: el 11M día de las víctimas del terrorismo. Y ese día es el único día que institucionalmente hay que recordar a todas esas víctimas ultra resarcidas que nos empeñamos en seguir hiper-homenajeando mientras, repito, las cunetas siguen llenas.
Ni los gobernantes autonómicos, ni los locales, ni los dirigentes políticos se pasaron el sábado pasado por Buñuel a rendir homenaje a las víctimas del terrorismo nazional católico, todavía impunes. ¿Alguien recuerda cuándo las instituciones homenajearon, restituyeron, a las víctimas del terrorismo nazional católico de Buñuel? A pesar del error y la poca ambición que hay detrás del “todas las víctimas”, institucionalmente hablando, en Buñuel brilló y brilla por su ausencia. Nuestros políticos “del cambio” prefirieron ir donde no hacía falta ir, que acudir donde… ¡HACE TANTA FALTA IR!. Por eso nos deberíamos preguntar: ¿para qué sirve la cacareada “ley de memoria histórica”? Para poco. Para casi nada. Para justificar el reparto pecuniano institucional a ciertas asociaciones para ciertos objetivos pero no para de forma colectiva y general restituir la memoria de los asesinados y represaliados. Porque a diferencia de las leyes que hacen las derechas –recordemos “la ley de símbolos” que a quienes la incumplían los inhabilitaban y los municipios eran penalizados económicamente- con esta ley hecha por gentes de izquierda y “cambio”, seguir humillando, ignorando y no reconociendo el criminal pasado padecido…. ES GRATIS: no hay obligación de colocar placas, restituir a las personas, condenar a los verdugos…. Y Buñuel es un buen ejemplo de ello: donde UPN y PSOE, pasan de colocar una placa en honor del alcalde asesinado; pasan de desmontar la cruz fascista frente a la iglesia; pasan… mientras los del “cambio” van con ellos a homenajear a quienes están hartamente homenajeados: ¡tenemos una mentalidad de siervos que asusta!
Contamos con una oportunidad inmejorable reparar el daño causado e iniciado aquel verano del 36 y que durante estos últimos 81 años se quedó irresoluto unas veces por culpa de unos y otras por culpa de otros y ahora por culpa de todos. Debemos convertir a Buñuel en nuestro Gernika cercano: por justicia, por derecho, por los asesinados, por sus familias, por todos, por la república y la libertad…. Sólo falta que nuestras instituciones dejen de dedicarse a lo superficial y empiecen a hacer políticas de verdad: con profundidad y sentido común. Así llegara el futuro y será de “cambio” verdadero
Buñuel 1
ResponderEliminarA lo largo de este año hemos visto a nuestros políticos e instituciones del “cambio” acudir a homenajes institucionales innecesarios como los de Casanova, Caballero, Mujica.. en pos de ese gran error ético y táctico en el que han convertido el “todas las víctimas”. Porque es falso –y sobre una mentira no se puede edificar nada bueno- que estemos en un lugar donde todas las víctimas son tratadas igual y están en la misma situación: hay víctimas en cunetas de tierra, de no reconocimiento, de no resarcimiento; y las hay que salvo la resurrección –por ahora inviable- lo han recibido todo. Y esto que pasa –que viene pasando desde 1936- no es ni por casualidad ni por inocencia sino por todo lo contrario: consentimos a gobiernos, partidos políticos, poderes fácticos… que han sido y son los verdugos de una parte de las víctimas -de las que sólo hoy deberíamos preocuparnos, por lo obvio- que sigan llevando la iniciativa, pongan las normas, escriban la ética y marque la ideología en estos asuntos vitales. Consecuencia de lo cual, seguimos manteniendo a los “caídos por la patria” de ayer y hoy, sobre los tirados en las cunetas de tierra y de no reconocimiento. Seguimos olvidando que muchas de las víctimas del Estado lo fueron y son por motivos ni políticos ni “terroristas”, y que lo han sido en toda la geografía española y no sólo en lugares “traidores” al delirio unitario nazional católico. Seguimos olvidando que homenajear a una víctima del Estado, de esas que hay que denominarlas de forma que no moleste a sus verdugos –no como víctima del terror, sino de “abusos” que suena más asimilable- y que jamás homenajean los “constitucionalistas” sin ningún tipo de riesgo político o penal –cosa que no se puede decir ocurra si hacemos lo contrario- no hace que esa víctima pase a recibir todo lo que sí han recibido las llamadas del “terrorismo”. Por esto mismo y mucho más, mentimos y hacemos políticas falsas cuando nuestros políticos e instituciones del “cambio” pretenden cumplir su slogan de “todas las víctimas” haciendo actos que jamás harán que eso sea verdad porque el verdugo Estado y los verdugos gobiernos y los verdugos partidos políticos mayoritarios, PP y PSOE, siguen siendo los que determinan quién es víctima y quién no. Y esto no lo podemos consentir por más tiempo y esto es lo que debemos de cambiar cuando hacemos bandera del “todas las víctimas”: si, todas, pero en primer lugar y sin perder el tiempo en ninguna más, las que faltan.. Hasta que no tengamos que recordarlas y homenajearlas institucionalmente más que el día señalado para tal menester: el 11M día de las víctimas del terrorismo. Y ese día es el único día que institucionalmente hay que recordar a todas esas víctimas ultra resarcidas que nos empeñamos en seguir hiper-homenajeando mientras, repito, las cunetas siguen llenas.
Buñuel 2
ResponderEliminarNi los gobernantes autonómicos, ni los locales, ni los dirigentes políticos se pasaron el sábado pasado por Buñuel a rendir homenaje a las víctimas del terrorismo nazional católico, todavía impunes. ¿Alguien recuerda cuándo las instituciones homenajearon, restituyeron, a las víctimas del terrorismo nazional católico de Buñuel? A pesar del error y la poca ambición que hay detrás del “todas las víctimas”, institucionalmente hablando, en Buñuel brilló y brilla por su ausencia. Nuestros políticos “del cambio” prefirieron ir donde no hacía falta ir, que acudir donde… ¡HACE TANTA FALTA IR!. Por eso nos deberíamos preguntar: ¿para qué sirve la cacareada “ley de memoria histórica”? Para poco. Para casi nada. Para justificar el reparto pecuniano institucional a ciertas asociaciones para ciertos objetivos pero no para de forma colectiva y general restituir la memoria de los asesinados y represaliados. Porque a diferencia de las leyes que hacen las derechas –recordemos “la ley de símbolos” que a quienes la incumplían los inhabilitaban y los municipios eran penalizados económicamente- con esta ley hecha por gentes de izquierda y “cambio”, seguir humillando, ignorando y no reconociendo el criminal pasado padecido…. ES GRATIS: no hay obligación de colocar placas, restituir a las personas, condenar a los verdugos…. Y Buñuel es un buen ejemplo de ello: donde UPN y PSOE, pasan de colocar una placa en honor del alcalde asesinado; pasan de desmontar la cruz fascista frente a la iglesia; pasan… mientras los del “cambio” van con ellos a homenajear a quienes están hartamente homenajeados: ¡tenemos una mentalidad de siervos que asusta!
Contamos con una oportunidad inmejorable reparar el daño causado e iniciado aquel verano del 36 y que durante estos últimos 81 años se quedó irresoluto unas veces por culpa de unos y otras por culpa de otros y ahora por culpa de todos. Debemos convertir a Buñuel en nuestro Gernika cercano: por justicia, por derecho, por los asesinados, por sus familias, por todos, por la república y la libertad…. Sólo falta que nuestras instituciones dejen de dedicarse a lo superficial y empiecen a hacer políticas de verdad: con profundidad y sentido común. Así llegara el futuro y será de “cambio” verdadero