No les descubro algo nuevo si les digo que España es un país lleno de gente nacida para ser provocada. Somos líderes europeos en escandalizarnos y sentirnos provocados por cuanto hagan o digan quienes piensen o quieran algo diferente a aquello que queremos o decimos nosotros o los nuestros, que siempre somos los más demócratas, los más tolerantes, los más educados y los más honestos; excepto en los casos de corrupción, que siempre vemos una sucia maniobra política detrás si el caso afecta a los nuestros.
En España hay demasiada gente que ya se levanta por la mañana provocada y ya exige reparación y castigo antes de salir de casa. Si por el medio anda metido el nacionalismo –ahora se trata de Catalunya, pero antes fueron Euskadi o Galicia y seguro que la rueda vuelve girar–, ya se han acostado provocados y a la hora del desayuno ya están pidiendo que se aplique el 155 de la CE y la Guardia Civil entre a poner orden. (klik egin-ver más)
Antón Losada, en eldiario.es
A fin de cuentas, vivimos en un “caso altsasu” permanente. Son los barros de aquellos lodos que nos empeñamos en construir inconscientemente junto con quienes jamás debimos unirnos: “demócratas contra violentos”, lacitos por aquí, la santa condena por allá… y todavía seguimos manteniendo la ideología perversa de moral, retorcida, y corrupta ética, con la que los peores de todos siguen adoctrinándonos mientras sus muchos más delitos, crímenes, atropellos, robos…. siguen impunes
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